“MI PAPÁ FUE QUIEN ME INICIÓ EN LA PELOTA”: EUDOR GARCÍA JR.
Aunque a Eudor García, antesalista de Indios de Ciudad Juárez, el ‘rey de los deportes’ le viene de vena, como herencia y legado desde su abuelo paterno Cosme García, para el cuarto tronco de la tribu, el verdadero ídolo, modelo a seguir, maestro y guía, quien lo enseñó y encaminó a jugar pelota fue su padre Eudor García Campos, un ex receptor que integró el equipo campeón de los Faraones de Nuevo Casas Grandes, en la década de los 90.
“Para mí, mi papá fue el que me inició en el camino de la pelota”, enfatizó ‘Euthor’.
Hoy, en la celebración del Día del Padre, el tercera base indígena narra cómo fue que Eudor señor apoyó el interés que su hijo mostró desde pequeño para empezar a escribir una historia distinta y a forjar una carrera propia en los diamantes.
“De chico, me entró la curiosidad por aprender a cachar y a tirar, entonces, yo me le acerqué -a su padre- y empecé yendo a los juegos de beisbol los domingos aquí en las ligas de Juárez”, recordó.
Y aunque el hoy pelotero de 30 años y 1.87 metros, quien vive su sexta temporada con la franela de Ciudad Juárez probó suerte en la natación -como primer deporte-, en la alberca del Centro Acuático de la UACJ, la atracción y el amor transmitido de parte de su padre -principalmente- y abuelo hacia el juego de pelota, pudieron más.
“Ahí crecí viéndolo, crecí agarrándole amor a la pelota y cuando jugué ligas infantiles, que termino, mi papá me lleva a jugar con ellos. Entonces tuve muy poco juego en la juvenil, más bien empecé con mi papá desde los 14, 15 años, en Primera Fuerza”, expuso.
Los orígenes familiares paternos de García Pacheco se remontan a San Francisco del Oro, donde su abuelo jugó, una población enclavada al sur del estado.
“Yo soy de aquí de Juárez, mi papá es del Oro”, señaló.
San Francisco del Oro, junto a Santa Bárbara e Hidalgo del Parral, Chihuahua, conforma un triángulo minero, una de las zonas más importantes a nivel nacional e internacional en lo que a explotación y producción de metales se refiere.
Allá, para sus pobladores, el beisbol es simplemente algo mucho más que un deporte, un sentimiento.
Durante su niñez, en la búsqueda de alguna disciplina deportiva, el actual cañonero aborigen, quien anteayer viernes se ‘fue para la calle’ por segunda vez en la temporada en la derrota indígena con pizarra de 10-7 ante los Algodoneros de Delicias, encontró la natación.
“Yo, en realidad, empecé en la natación, de mis cuatro a mis diez años fui a la alberca olímpica de la UACJ. Ahí empecé, mi madrina de primera comunión fue Dolores Gómez -Lolita-, la directora del Centro Acuático. Ahí me crié”, expuso.
Sin embargo, para García Pacheco, el camino estaba tazado y su destino marcado por dos generaciones anteriores a la suya: el beisbol, únicamente el beisbol.
“Cuando empecé a agarrarle sabor a la pelota quise probar. Me retiré un poco de la alberca, no pensaba que me fuera a retirar para siempre y dejé la alberca”, señaló.
Embargado por la pasión y por el amor hacia la ‘pelota caliente’, Eudor compartió la razón por la cual, se olvidó de la natación, colgó los goggles y la gorra para nadar.
“Híjole, es que el amor al beisbol es único. Es el ‘rey de los deportes’, no hay otro como el beisbol. Me gustó que es un deporte individual, pero también de equipo, que es muy competitivo. También, a veces vas a fracasar, pero aunque te vaya muy mal puede ser un día bueno para ti, de 3-10, tu porcentaje es .300”, expuso.
Aunado a estos aspectos propios del beisbol que lo engancharon y no lo soltaron jamás, el jugador destacó que siempre contó con el apoyo de su padre Eudor García Campos al igual que con el de su madre Aurora Pacheco.
“Entrenaba -con él-. Todas las noches íbamos al parque de la colonia y trabajamos a las ocho, nueve de la noche, nada más él y yo”, mencionó.
Para el bautizado como ‘Eudor El Destructor’ por el cronista Alfonso Lanzagorta, durante su niñez y juventud, en su mente y en su corazón no había otro jugador en la tierra que no fuera su papá.
“Son cosas que nada más yo me quedo, de memoria y él. Para mí, mi papá fue mi jugador a seguir. Yo quería ser como él. Yo no pensaba en Grandes Ligas, no pensaba en otro jugador. Yo quiero ser como mi papá, ‘quiero pegarle a la bola como mi papá, quiero que la gente me vea como mi papá que ‘caballo’, ‘caballo’”, resaltó.
Bicampeón con Búhos de Villa Ahumada en el beisbol de la Zona Uno, García Pacheco destacó que el trabajo y el esfuerzo que realizó junto a su padre desde pequeño le ayudó mucho y rindió sus frutos.
“No había cumplido mis 20 -años-, firmó en el draft con los Mets -de Nueva York-, jugué tres, cuatro años en liga menor, regreso a Liga Mexicana con Tijuana, pero no jugué hasta el 2018 cuando debuto aquí en Indios, cinco semanas, y me hablan para debutar -en Liga Mexicana- en Torreón, en Unión Laguna”, apuntó.
A la fecha, el ex jugador de los Tejanos de El Paso Comunnity College donde aún tiene varios récords vigentes, recibe los consejos de su papá, quien le comenta que su brazo era mejor que el suyo.
‘EUTHOR’, SOBRE SU PADRE
“Para mí, mi papá fue el que me inició en el camino de la pelota”
“Mi papá fue mi jugador a seguir. Yo quería ser como él. Yo no pensaba en Grandes Ligas, no pensaba en otro jugador. Yo quiero ser como mi papá, quiero pegarle a la bola como mi papá, quiero que la gente me vea como mi papá que ‘caballo’, ‘caballo’”.
«Gracias a Dios tuve la fortuna de tener el apoyo de mis papás, siempre, hasta el día de hoy”.
“Es lo que, en realidad, me llevo conmigo todos los días que llego al campo de beisbol. No se me olvida que esto es un juego y hay que disfrutarlo. Siempre me encomiendo a Dios y que sea lo que él quiera”.