LEDEZMA Y SUS SIGNIFICATIVOS SPIKES

De la mano de su abuelito materno Ismael Galaz, el entonces peloterito Andrés Ledezma acudía sin falta a los juegos de beisbol en su natal Nuevo Casas Grandes y, gracias en gran parte al ‘rey de los deportes’, el cariño y el amor entre ambos, creció, creció y trascendió, sin importar tiempo, distancia ni presencia física.

A la fecha, pese a que la convivencia entre abuelito y nieto fue breve, el relevista de Indios de Ciudad Juárez atesora y aquilata en su corazón los recuerdos más bonitos de su niñez en el beisbol, con su incondicional acompañante a su lado.

“Cuando recién empezaba en el beisbol, que mis papás tenían que salir o algo, él era el que me cargaba y me traía para todos lados. No me tocó convivir mucho con él, pero lo poco que recuerdo, él era el que me cargaba para todos lados”, recordó.

Fue por ello que, en tributo y memoria a su extinto abuelo, el lanzador derecho de 23 años y 1.80 metros, mandó personalizar unos spikes blancos con la famosa marca de la palomita, mismos que poseen una muy importante carga sentimental y emotiva para él.

“Son muy especiales para mí, traen muchos recuerdos conmigo y pues qué mejor que llevarlo a él siempre y tenerlo en algo cerca conmigo”, expresó.

Atractivo, el diseño del calzado deportivo de botín de Ledezma cuenta en la parte exterior del pie izquierdo con la palabra Indios en letras rojas sobre la palomita.

En el exterior derecho, tiene el distintivo logo de la tribu, la J con el penacho que descansa sobre ella, con su inseparable pelota de 108 costuras.

También, en el interior del ‘pico’ izquierdo aparece la leyenda EN MEMORIA DE ISMAEL GALAZ con letras mayúsculas en color rojo y, en el derecho, una foto del pequeño Andrés con su abuelito y la fecha 03/09/08, en la cual, Don Ismael falleció.

Cargados de muy buena vibra y llenos de momentos inolvidables para el jugador, Andrés utilizó por primera vez estos spikes en el juego tres de la serie contra los Manzaneros de Cuauhtémoc, en casa, en el triunfo indígena por score de 10-7, el sábado 17 de junio.

En ese duelo, el neocasagrandino tiró una entrada y un tercio, no aceptó carrera, tampoco hit, concedió una base por bolas, ponchó a un bateador rival, preparó el terreno para el relevo de Luis Serna y encendió las redes sociales gracias a que sus spikes causaron sensación.

“Le gustaron mucho al público se volvieron sensación, entonces, hay que seguirlos luciendo”, declaró entre sonrisas.

Diseñados para usarlos únicamente en los juegos que la tribu dispute en el Estadio Juárez, Ledezma subió a la loma de nuevo con sus especiales ‘ganchos’, el jueves 22 del mes anterior, cuando salvó su segundo juego de la temporada frente a los Mazorqueros de Camargo, en la victoria por 5-4.

Ahí trabajó 1.2 entradas, bajó la cortina y dominante sobre la loma, no permitió hits ni imparables a los Mazorqueros.

“Trajeron la buena suerte, me fue bien”, resaltó.

El viernes 23, frente a los mismos Mazorqueros, perdió como relevista en el revés indígena con pizarra de 6-5, en una labor de un inning, tres hits, dos carreras limpias admitidas y una base por bolas.

Con el recuerdo vivo de Don Ismael en sus zapatos, Andrés espera que sus spikes le brinden buena fortuna y más éxitos, tanto a él como a los Indios de Ciudad Juárez en lo que resta del rol regular y en los playoffs.

 

LOS GENERALES DE ANDRÉS 

Nombre: Andrés Ledezma Galaz

Fecha y lugar nac: 13 dic 1999. Nuevo Casas Grandes, Chihuahua

Edad: 23 años

Estatura: 1.80 metros

Peso: 92 kilos

Posición: Pitcher derecho

Trayectoria Liga Estatal: Debutó en 2021 con Faraones de Nuevo Casas Grandes, equipo con el que jugó también la campaña anterior

Llegó a Indios de Ciudad Juárez este torneo en un cambio que involucró a Oliver Cervantes y Missael Arrieta, quienes llegaron a los Faraones

Juega con el equipo Indios UACJ con el que participó en la pasada Universiada Nacional, en Ciudad Obregón, Sonora, y, en 2019 en Mérida, Yucatán

 

CEÑIDAS Y A LAS COSTILLAS

“Son muy especiales para mí”.

“Traen muchos recuerdos conmigo”.

“Qué mejor que llevarlo a él -a su abuelito- siempre y tenerlo en algo cerca conmigo”.

“Me traía para todos lados”.

“No me tocó convivir mucho con él”.

“Lo poco que recuerdo, él era el que me cargaba para todos lados”.